A todas nos ha pasado (o a casi todas): tenemos algún aspecto físico que nos incomoda, con el que no nos sentimos a gusto. O tenemos un dolor que, no siendo insoportable (o si), nos tiene machacada la cabeza constantemente. O ya no tenemos esa flexibilidad o esa resistencia física que teníamos hace años. Y nos vamos convirtiendo en “enemigas” de nuestro propio cuerpo y nos vamos dando mensajes negativos que afectan ¡y de qué manera! a nuestro estado de ánimo y nuestro carácter.
Un círculo vicioso peligroso, porque vamos dejando de hacer cosas que nos gustan, de vestirnos de la manera que nos gusta, y de ser como nos gusta ser.
¿Y si te dijera que es posible revertir esta situación y reconciliarte con tu cuerpo?
Pues sí, se puede -y se debe. Con los ejercicios de yoga, los del método Wei Wu Wei y con Gyrotonic realizamos movimientos alejados del sufrimiento, del dolor, con una armonía y un respeto por nuestras capacidades que, poco a poco, nos devuelven a un estado de bienestar que hacía tiempo que no teníamos.
No, no es un tema de matarse a hacer abdominales ni retorcernos como si estuviéramos entrenando para El Circo del Sol. Es una forma de trabajar en conjunto con nuestros músculos, tendones, fascias, nervios -y mente- de forma que no suframos y veamos los resultados en brevísimo tiempo.
Todo esto sonriendo, porque de verdad que no se sufre, escuchando música que sin darnos cuenta nos acompaña armónicamente, y escuchando a nuestro cuerpo.
Y llega un día, porque llega, en que de repente te has hecho amiga de tu cuerpo de nuevo. Te responde, ya no tienes ese dolor que te martirizaba, te mueves de forma fluida y te sonríes mientras te miras en el espejo. Te estás convirtiendo en tu mejor versión.
Ven a probar una de nuestras clases de yoga sin ningún compromiso y te contamos más.
Sin comentarios